miércoles, 28 de noviembre de 2012

La visa para un sueño y el primer mes

Poco después de que llegué, mi hermano mayor me regaló una entrada para el concierto de Calle 13, el 15 de diciembre en San Juan, Puerto Rico. Yo le había comentado que iba a ser ese concierto y que estaba pensando ir, Calle 13 no toca en Puerto Rico hace como tres años, ¡el manso evento!, ¡además estando tan cerca!. Marce me regaló el ticket y empecé a hacer los trámites para conseguir la visa. Nunca le había dado mayor vuelta al hecho de que Puerto Rico es colonia yanki. O sea, lo había pensado, históricamente y toda esa vaina, pero nunca había reflexionado de las implicancias que eso tenía, no solo para mi y mis modestas ganas de ir a un recital. Esa reflexión queda pendiente. He aprendido bien poco de historia local.


El caso es que no es una visa cualquiera la que hay que sacar para ir a Puerto Rico, sino que una visa para ir a EE.UU. y todos sabemos lo complicados que se pusieron esos gallos después de su famoso atentado a las Torres Gemelas.
                                                                   
Con mi pasaporte italiano puedo entrar sin visa, pero me lo dejé (y para colmo: vencido) en Frutillar. Servía de poco. Fuí a la embajada italiana de acá y después de varios trámites me hicieron saber que era imposible que lo pudiera sacar desde Dominicana. Valor, fueron insoportables. Además odio la palabra "imposible". 

Así que a la embajada gringa nomás, el problema era que andaba medio contra el tiempo. Después de miles trámites más consegui mi cita para el 13 de diciembre. No alcanzaba a tener mi visa a tiempo para el concierto. Y se me ocurrió preguntar si se puede cambiar la fecha, y me metí a la web, y ¡zas! justo tenían fecha disponible para el día siguiente. Fui a la embajada (es horrorosa) con todos mis papeles (muy ñoña y ordenada, en una carpeta), con pinta de señorita (toda una dama) y la mejor actitud (eso siempre). La espera duró bastante. La entrevista poco. El caballero que me recibió fue super amable. Yo le conté de mi viaje y de mis planes y le dije que no pensaba quedarme en San Juan más de 4 días. Parece que no tengo cara de buscona*, así que con una sonrisa en la cara me dijo "¡aprobado!". Si no hubiera habido un vidrio entre nosotros lo hubiera abrazado (capaz que por eso tienen esos vidrios).

Ahora espero con el alma en un hilo que mi pasaporte vuelva sano y salvo a mis manos,  son como dos semanas que anda entre trámites consulares y la empresa de envíos. Tengo  reservada mi butaca en un barquito para ir a San Juan. Necesito buscar donde alojar.

Esto ha sido el único "atado" que he tenido en el mes que llevo acá. Y es bastante leve. Me ha ido super bien. He descansado más que la cresta. He paseado por lugares bellos. He regaloneado y comido unos dulces deliciosos (estos dominicanos son secos para la repostería). Hice mermelada para no olvidar ciertos hábitos,  he caminado como loca, conversado y disfrutado. Lo paso super bien con los chiquillos acá en la casa.


Este parque está al lado de la casa. Es gigante y hermoso.

Lo he pasado chancho. Miro con ansias todas las cosas que se vienen y soy feliz.

* Buscón: Pícaro local.


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