martes, 23 de octubre de 2012

La llegada

Luego de muchos trajines logré aterrizar en Dominicana. Después del asado de la cesantía me quedaba una semana en Frutillar para desarmar la casa y hacer los últimos trámites. De ahí me fui a Santiago, donde regalonié con la familia y las y los amig@s. Estuvo bastante intenso, de acá pallá, de allá pacá. Pero bien abrazado y bien conversado.

Viajé al sábado todo el día. El piloto se llamaba Melvin, y el tipo que se sentó al lado mío en el avión era enorme. Cuando se quedaba dormido como que se desparramaba para todos lados invadiendo mi espacio vital. Igual me daba pena despertarlo a codazos (aunque lo pensé, el hombre me había prestado su frazada, así que estaba en deuda con él). Además cuando estaba consciente era super respetuoso de mi metro cuadrado. Así que no me quedaba otra que estar atenta a cada centimetro que cedía para recuperar mi espacio.

Me recogieron los chicos esa noche en el aeropuerto y en casa brindamos con unas cervezas el reencuentro. ¡Hemos copuchenteado harto!

El domingo acompañé a Marce a jugar golf, anduvimos por unos barrios super freak con unas casas que eran como La Dehesa y que a las pocas cuadras habían unos edificios de departamento nada que ver, a los que se les salía naturaleza por todos lados. Un árbol gigante saliendo de un balcón es algo que nunca había visto. Las azoteas que parecen selva tampoco. Estuvimos al sol caminando por el pastito y copucheteando un poco más. La música sonaba fuerte y estaba medio nublado. Después al super para abastecernos para el asadito. Super entretenido el supermercado. Tubérculos de todos los tipos, unos frutos rosados rarísimos, bolsas de sandía picada importada de EE.UU. Creo que una muy buena manera de conocer una cultura es ver lo que comen. Además de ver sus cementerios, claro está.

Hicimos un asadito rico. Comimos unos fierritos y unos choripanes con pebre y ají verde. De ahí más que nada se han sucedido muchas siestas, series y películas. No iba al cine hace dos años. Vimos Siniestro, da más miedo que la cresta. 

Ando recuperando pilas... ¡que rico que es flojear! ¡que rico que es estar de vacaciones! ¡que rico ya estar acá!

martes, 9 de octubre de 2012

Cesantía

Y así, los tiempos se acortan y los ciclos se van cerrando. Voy de despedida en despedida y de abrazo en abrazo. Mucha gente linda que me dice cosas lindas.

El sábado fue mi último día en la pega. Intenso y espectacular. Dejé una lista eso si con algunos cachos que no alcancé a terminar. Será nomás. Me llamó la jefa para decirme que le puse mucho color al equipo y me gustó mucho que me dijera eso.

El domingo entonces hicimos un asadito con los amigos del trabajo. Tocó un día glorioso y estaban todos los que tenían que estar. Corrió la pilsen y el cacareo, terminamos con guitarra y fogata.



Desde ayer soy oficialmente cesante. ¡Quizás hasta cuando!. Estoy llena de nervios, felicidad y nostalgia

Que fantástico poder dejar de trabajar. Me considero muy afortunada. Ayer estuve en pijama todo el día, mis únicas actividades fueron ir a la clase de inglés y comprar kuchen.

Hoy ya me levanté y estuve mirando el atlas. Creo que estaré fuera como un año... quizás un cachito más si la estrella que se me pegó en la frente me sigue acompañando.

Quiero partir ya. Quiero sol. Regalonear con mis herman@s, mis amig@s y mi mamá. Irme luego a ver a mi hermanito mayor.

¡Falta poco!