Estoy en Frutillar ahora. Mi pueblito de nueve mil habitantes con un lago y un volcán. Llegué en noviembre acá y encontré pega al tiro.
Foto de recién llegada.
Frutillar, 2013.
Estoy muy contenta de como me han recibido todos, pasé las fiestas en Santiago con mi madre y mis hermanos, y ni me dí cuenta cuando llegó el verano y, junto con el verano, la familia. No pudimos contar cuanto tiempo había pasado desde la última vez que estuvimos todos reunidos aquí, pues, mi familia es familia de patiperros.
Me costó enchufarme con el ritmo de trabajo (museo, teatro, clases y gestión), es loco porque todos vacacionan acá cuando más pega hay, pero es exquisito llegar a casa a comadrear, a relajarse, a tomarse una cervecita con los que uno quiere. Que te esperen con la comida lista, no llevar la casa sola, en fin, regalonear muchísimo con la añorada familia y los amigos queridos.
Ahora se está acabando el verano. Toca poner una frazada extra en la cama porque las noches están helando, la gente se empieza a ir del pueblo y todo vuelve ya a la normalidad.
Llega la hora de empezar a hacer nuevos planes.
Hoy compré el pasaje para China. Descubrí una oferta e hice click. Solo ida. Lima - Hong Kong para el 1º de diciembre.
Estoy feliz y nerviosa a la vez, muy entusiasmada por conocer un destino tan lejano y anhelado.
Ahora a seguir trabajando, a seguir planeando, a seguir soñando.